La Ciencia y la Técnica constituyen en la actualidad la principal fuerza productiva de la sociedad.
Sin el directo y decisivo concurso de las mismas es imposible concebir un desarrollo social sostenido y sostenible por cuanto estas se proyectan directamente en todas las facetas del quehacer creador del hombre, no solo en la producción como tal, consecuencia de su trabajo, sino también, y muy importante, en su productividad.